SINOPSIS
Un trabajador en paro, Antonio Ricci, encuentra un empleo de controlador
municipal, pero necesita una bicicleta. El obrero no la tiene porque está
empeñada. No hay problema: su mujer empeñará las sábanas y rescatará la bicicleta.
Antonio comienza su trabajo, pero en menos de una hora, un jovenzuelo le roba
la preciada bicicleta. Intenta perseguirle pero es inútil. El hombre regresa a
casa presa de la desesperación. Denuncia el robo en la comisaría, pero no le
dan ninguna esperanza.
Nadie toma interés en su caso, a excepción de un amigo
barrendero. Antonio merodea entre los revendedores de bicicletas, pero no
encuentra la suya; sin embargo descubre al ladrón y decide seguirle, acompañado
por su hijo, un niño de seis años. El seguimiento le hace atravesar toda Roma
en domingo: descubrimos de este modo “la mesa del pobre”, una trattoria,
una casa equívoca, hasta llegar al domicilio del ladrón. El obrero encuentra,
donde quiera que vaya, indiferencia y hostilidad. Al fin, exasperado, piensa
desquitarse robando una bicicleta que nadie vigila, pero lo hace de modo tan
torpe que es arrestado, y solo gracias al llanto de su hijo consigue que le
dejen libre. Padre e hijo regresan a casa, exhaustos, desesperados, llorando.
CONSIDERACIONES
Ladrón de bicicletas puede considerarse con toda justicia como la segunda película
más emblemática y representativa del cine llamado neorrealista; es decir,
dentro del periodo dorado del movimiento que abarca diez años comprendidos
entre 1945 y 1950. De Sica era un complemento perfecto a la sobriedad,
dramatismo y profunda espiritualidad de Rossellini, gracias a su aportación de
ternura y delicioso sabor de cotidianeidad. La historia está tomada de una
novela corta de Luigi Bartolini, quien colaboró en el argumento con Cesare
Zavattini para configurar la historia final volcada en el filme. A De Sica le
costó mucho levantar el proyecto, ya que los productores no veían nada
interesante en esa simple anécdota de un obrero al que le roban la bicicleta y
se pasa toda la película buscándola. Aunque parezca increíble, uno de los
candidatos masculinos para interpretar el personaje de Antonio Ricci, el
humilde obrero, fue la estrella de Hollywood Cary Grant, rechazado tajantemente
por De Sica, quien, en todo caso hubiera preferido a Henry Fonda, lo que desde
luego no era una mala elección. Pero con una estrella del cine americano, Ladrón
de bicicletas nunca hubiera trascendido como obra excepcional en su
resultado final.
De Sica, finalmente, escogió a Lamberto Maggiorani, un obrero
especializado, con el cual hizo un curioso trato: (...)Tú me prestarás tu
rostro durante tres meses, pero me vas a dar palabra de que una vez acabada la
película volverás a tu puesto en la fábrica(...) Como era de imaginar, el
obrero no cumplió su parte del trato y se convirtió en actor durante varios años,
aunque su veracidad es real porque se interpreta a sí mismo sin tener en cuenta
registros dramáticos o caracterizaciones que cualquier otro actor hubiese
estado obligado a adoptar. Lo más fascinante de la película es su novedosa
puesta en escena, compuesta por planos largos y contemplativos que dejaban vía
libre al movimiento de los actores inmersos en su discurrir cotidiano. De Sica
logra con esta estructura involucrar al espectador en los sentimientos del
obrero: se alegra cuando consigue el trabajo y se angustia con él durante la
fatigosa y desesperada búsqueda de la bicicleta. Impresionante resulta la
figura del hijo pequeño, una especie de conciencia del padre, cuya expresividad
nos emociona hasta las lágrimas.
A modo de anécdota, hay que contar que el director Sergio Leone interviene
en la película en el papel de un joven seminarista.
Ladrón de bicicletas ganó el Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1949
(Vittorio de Sica había ganado otro Oscar con anterioridad con el filme El
limpiabotas (Sciuscia) en 1946. Ladrón de bicicletas también fue
candidata al Mejor Guión, y obtuvo el Nastro D’Argento 1949 a la Mejor Película,
Argumento, Dirección, Guión, Fotografía y Música; ganó el Premio Especial del
Jurado en el IV Festival de Cine de Locarno 1949, el Gran Premio en el Festival
Mundial del Cine y el Arte en Belgica 1949, y el Premio de la Brittish Film
Academy 1950. En 1958 fue considerada como la Mejor Película de Todos los
Tiempos, en la Confrontación de Bruselas. El British Film Institute lo ha incluido
dentro de la clasificación, creada en 2005, como una de las 50 obras más
adecuadas a un público joven.
La película fue restaurada en julio de 2002 a raíz del Centenario del
nacimiento de Vittorio de Sica (7 de julio de 1902)
FICHA TÉCNICA
Título original.........................................................Ladri
di biciclette
Año...........................................................................................1948
Director....................................................................Vittorio
de Sica
Guión.....Oreste Biancoli, Cesare Zavattini, Suso Cecchi D’Amico, Adolfo Franci,
Gherardo Gherardi, V. de Sica y Gerardo Guerrieri
Fotografía................................................................Carlo
Montuori
Música...........................................................Alessandro
Cicognini
Duración................................................90 minutos Blanco y negro
FICHA ARTÍSTICA
Lamberto Maggiorani...................................................Antonio
Ricci
Enzo Staiola............................................................................Bruno
Lianella Carell.................................................................Maria
Ricci
Elena Altieri.......................................................Señora
benefactora
Gino Saltamerenda..............................................................Baiocco
Vittorio Antonucci................................................................El
ladrón
Mario Meniconi.................................................Mario,
el barrendero
Ida Bracci Dorati..........................................................La
curandera
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